Estado español: Ni inocentes ni culpables, simplemente anarquistas

Algunas palabras sobre las detenciones del pasado 16 de diciembre en la Operación Pandora.

En la madrugada del 16 de diciembre tras el asalto y registro en varios domicilios, locales y centros sociales de las localidades de Sabadell, Manresa, Barcelona y Madrid, se produce un nuevo golpe represivo al anarquismo en el estado español: la  detención de once anarquistas dentro de la operación denominada como Operación Pandora. Dos días después, pasan a disposición judicial ante la Audiencia Nacional, donde se decreta prisión sin fianza para siete de ellxs y libertad con cargos para lxs otrxs cuatro bajo la acusación de “organización criminal con finalidad terrorista de carácter anarquista violento”

Ya sea desde la alarma social que suscitan los medios de comunicación para justificar toda la maquinaria represiva, o la insistencia en exponer a lxs represaliadxs como casos ejemplificadores para inmovilizar al resto de personas que no se resignan, e incluso con la intención de evitar que la gente pueda asumir como propias las prácticas y métodos antiautoritarios, lo cierto es que, desde hace algún tiempo, lxs anarquistas son una de las principales prioridades de los Estados.

Son los momentos en los que más se endurece la represión con el fin de proteger los intereses de unxs pocos, también aquéllos en los que más temor pueda haber a que el poder pierda el control. Todo el paquete de medidas represivas de la nueva ley de seguridad ciudadana, el aumento del control policial, de las multas y detenciones, o la creación de registros para el control social… son una evidencia de ello. El objetivo es amedrentar y generar miedo en el descontento social surgido del descrédito en las instituciones democráticas, de las continuas reformas o del paro entre otros factores. Y es ahora cuando hay una pretensión de orientar las luchas y el descontento hacia la única alternativa posible que nos presentan, la confianza del voto para recuperar el estado de bienestar, cuando lxs que no se resignan a permanecer calladxs y atadxs, están en el punto de mira.

Porque siempre han existido personas dispuestas a luchar contra la autoridad, y mientras ésta continúe, continuarán existiendo. Porque el verdadero problema son las ideas y las prácticas antiautoritarias, y la existencia de individuos rebeldes.

Dejar claro que el terror lo impone quien nos condena a una vida de miseria basada en la explotación y la humillación diaria, quienes asesinan en las fronteras, bombardean a poblaciones, exterminan culturas con éticas diferentes, quien promueve el fascismo, el patriarcado, quienes arrasan el territorio por el beneficio económico, quien impone un progreso tecnológico que nos lleva al más absoluto abismo… Si hay alguien que demuestra un continuo desprecio por la vida y el mundo en el que habitamos son aquellxs que nos imponen este sistema.

Son numerosas las muestras de solidaridad que desde el día de sus detenciones se estań llevando a cabo desde diferentes lugares mostrando la rabia por lo ocurrido. Ya sea a través de comunicados de apoyo o llamamientos a la solidaridad, de manifestaciones y concentraciones, o con la acción directa, poniendo en práctica una vez más la idea de que la solidaridad con aquellxs secuestradxs por el Estado a lo largo y ancho del globo, es un acto de dignidad y una demostración de que no caminan solxs, de que su lucha es la nuestra.

Hacer del grito alzado “si nos tocan a unx nos tocan a todxs” un hecho en la práctica supone ir más allá de la resignación, por eso es la solidaridad en los golpes represivos, junto con la continuación de las luchas, la manera de posicionarnos al lado de quienes son represaliadxs por luchar contra todo aquello que nos domina y nos estirpa nuestra verdadera condición de individuos libres. Y sale instintiva de los lazos que se crean por la práctica en común, del construir otras realidades basadas en  el apoyo mutuo , la auto-organización o la acción directa, de la complicidad al hacer la anarquía en el día a día, de la rabia frente a los establecido, de la afinidad entre iguales, sin estructuras, ni jerarquías, ni autoritarismos, de la coherencia con esa práctica; porque la solidaridad y la lucha pueden ser consecuencia la una de la otra, y es sincera y palpable cuando se comparte esta coherencia. Cuando proviene desde quienes promulgan una crítica parcial a la represión y pretenden encauzar las luchas para delegar un voto en sus urnas o aspiran a ser lxs nuevxs profetas en esta reestructuración democrática, no lo es, como tampoco desde lxs que en las calles piden unidad y se remueven ante nuestro rechazo a todo tipo de autoridad, venga de donde venga.

Posicionarse de frente contra este sistema atroz que nos ha tocado vivir nunca será una tarea fácil. De hecho, lxs anarquistas siempre han convivido con la represión como posible respuesta adherida a sus luchas, consecuencia lógica de su declaración de intenciones contra toda autoridad. Así como inherente a la lucha es también el miedo, el que podamos sentir cada unx como individuos conscientes que nos prestamos a la búsqueda de un mundo sin autoridad , y el miedo como movimiento ante los golpes que nos asedien. Pero inherente es también la convicción de luchar por una idea noble y justa por la que peleamos día a día, y la fortaleza por no someternos a lo que nos condena al abismo. Hacernos fuertes también con el apoyo mutuo, la unidad, la complicidad, para continuar las luchas, seguir difundiendo nuestras ideas, nuestras formas de relacionarnos, nuestras prácticas, o buscar complicidades con aquellxs que no crean en lo establecido e intenten luchar contra lo que les domina…

Por el fin de la obediencia.

TODO NUESTRO APOYO A LXS DETENIDXS EL 16 DE DICIEMBRE Y A TODXS LXS PRESXS Y  REPRESALIADXS ANARQUISTAS ENCERRADXS A  LO ANCHO Y LARGO DEL GLOBO.

MIENTRAS EXISTA OPRESIÓN HABRÁ REBELDÍA. PORQUE NO ACABARÁN CON LAS IDEAS Y LAS PRÁCTICAS ANTIAUTORITARIAS. LA LUCHA ES EL ÚNICO CAMINO.

GRUPOS ANARQUISTAS COORDINADOS

Frente a lo acontecido, se remite a lo publicado en fecha anterior:

“Con este texto queremos presentarnos ante todxs lxs compañerxs anarquistas, libertarios y antiautoritarios.

Desde hace unos meses y como fruto de un debate de fondo sobre anarquismo, movimiento, teoría y práctica hemos creado desde diferentes grupos e individualidades anarquistas un espacio de coordinación donde poder reunir potenciales y dotar de mayor fuerza e impacto social los contenidos que sacamos a la calle con el fin de transformar el mundo en el que vivimos.

Pasamos a explicaros nuestros objetivos:

a) Contribuir a la creación de un movimiento anarquista fuerte y cohesionado.

Entendemos la necesidad de un movimiento anarquista tanto desde la perspectiva personal como la colectiva. La mayoría de nosotrxs lleva años luchando contra los sistemas de dominación y, aunque no somos pesimistas, creemos que los esfuerzos que todxs realizamos , algunas veces, no tienen toda la repercusión que deberían y , sobre todo, no tienen continuidad.

Pero lo primero deberemos definir qué entendemos por movimiento. Entendemos por movimiento una realidad política y colectiva visible con capacidad de incidir en la sociedad y, por tanto, luchar de una manera más efectiva contra lo que no aceptamos. Consideramos que desde luego actualmente esta situación no se da. Para ello es necesario tener en cuenta el contexto y tomar conciencia de que los actos y propaganda que realizamos debe contribuir a reforzar nuestro movimiento y la extensión de las ideas que planteamos (haciéndonos fuertes para poder incidir en todos los conflictos en los que participamos), para que no se quede entre nosotrxs y nuestrxs cuatro colegas.

Consideramos que una buena forma de empezar a trabajar esto es desde la organización (no confundir con burocracia ni con el trabajo para otra organización separada, nosotrxs queremos ver aumentar el movimiento anarquista , no este espacio de coordinación de manera

específica). Partiendo de los valores anarquistas, el movimiento que nos interesa no es unitario ni centralista, son necesarias muchas formas organizativas para que esto comience a hacer daño, desde los grupos de afinidad hasta organizaciones más formales, pasando por coordinaciones como la que aquí se presenta, creemos que cada unx debe cumplir una función.

b) Creación de una herramienta que potencie nuestra fuerza y las luchas que estamos llevando en cada lugar, de manera que se validen los métodos anarquistas de lucha.

Desgraciadamente en los últimos años la descoordinación, la falta de objetivos concretos y estrategias de acción claras como movimiento, la pérdida de la cultura del enfrentamiento, del análisis colectivo y la propagación de actitudes identitarias y autocomplacientes, han fomentado, desde nuestro punto de vista, que nuestros métodos hayan perdido credibilidad y fuerza en los conflictos que hemos vivido.

Para que se extiendan nuestros métodos es necesario que estos sirvan, no sólo que sean coherentes. Cuando participamos en una asamblea abierta sobre algún problema y criticamos ciertas formas de hacer, debemos ofrecer una alternativa real, no sólo ideológica. Luchar contra aquello de que “si la teoría entra en contradicción con la realidad, peor para la realidad”. Para ello debemos fortalecer nuestros métodos y un buena forma es la solidaridad y el apoyo mutuo organizado.

Como Grupos Anarquistas Coordinados os ofrecemos a todxs lxs compañerxs nuestra solidaridad y nuestro apoyo en caso de conflicto. Nuestra intención es contribuir de manera integral al movimiento. Por eso lanzamos la idea a otros grupos e individualidades anarquistas a coordinarse con nosotrxs o a crear sus propias coordinaciones.

¡Un saludo libertario!

VALORES, MÉTODOS y FINALIDADES

Con el nombre de Grupos Anarquistas Coordinados hemos conformado un espacio de coordinación de colectivos que asume como propios una serie de planteamientos y prácticas anarquistas. Estos planteamientos y prácticas tienen el propósito de desarrollar y profundizar una forma de vida basada en una ética concreta, que comprenda el apoyo mutuo, la solidaridad y la autogestión de cara a nuestra cotidianidad más próxima y como forma de relación colectiva y así como de cara a las diferentes luchas llevadas adelante en consecución de la anarquía, libremente asumidas. Hacemos énfasis en la necesidad de romper con las viejas relaciones establecidas entre individuos, basadas en la reproducción de la autoridad, siendo ésta no sólo la formal (instituida a través del estado con sus mecanismos) sino también moral (la interiorizada a lo largo de la vida fruto de la domesticación), sea del tipo que sea.

Para llevar adelante nuestras aspiraciones consideramos necesario tener como referencia una ética libertaria que aporte coherencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Ya que entendemos a la persona como un todo, completo e indivisible. Esto significa que lo que hagamos y queramos llevar adelante deberá ser consecuente con lo que pensamos y creemos, conforme nuestra responsabilidad, siendo ésta voluntaria, libremente elegida de cara a nuestros actos y decisiones.

Los valores que compartimos y dotan de sentido nuestras prácticas e ideas se basan en conceptos tales como la solidaridad, entendida como el reconocimiento del interés individual en el colectivo y del colectivo en el individual, recíprocamente, la consecución de nuestras aspiraciones colectivas e individuales dependerán de este tipo de relaciones solidarias, entendemos su práctica revolucionaria como la extensión de otras luchas y el apoyo en diversas circunstancias de otros individuos con los que nos vemos reconocidas, mediante el apoyo mutuo, considerado como una serie de relaciones recíprocas entre iguales, para relaciones tanto de supervivencia como para demás aspectos de la vida y de la lucha colectiva.

Nuestros valores se apoyan en la dignidad, a partir de la cual dotamos de sentido al ideal de igualdad como el reconocimiento de la dignidad de las demás como si fuera la nuestra, lo que nos permite apoyarnos en la confianza en nuestros compañeros, en la palabra dada libremente entre iguales, la cual se sostendrá en base a nuestra honestidad para nosotras mismas y para el resto. Puesto que nuestro interés es el de las demás, no necesitamos ocultar nada. Ya que nuestros actos son coherentes con nuestros valores y buscan repercusión en el conjunto sociedad. No nos consideramos mejores que nadie al mismo tiempo que nadie es mejor que nosotras, nuestro ideal nos hace intentar ser humildes. Al igual que podemos enseñar podemos aprender de los demás. No somos ningún tipo de vanguardia, somos parte de una lucha. Por tanto defendemos la autonomía, entendida como la no dependencia de intermediarias, como la realización por nosotras mismas de nuestros intereses. Dependiendo únicamente de nuestras necesidades, esfuerzos y responsabilidades. Y compartimos nuestro compromiso en la lucha por la libertad, que es el desarrollo de la vida decidido por cada individuo, la cobertura de sus necesidades (alimento, refugio, afecto, realización…), bajo su propia acción y decisión. Esta ligada a la capacidad de acción, la cual se verá reforzada en colaboración con los demás, por tanto nuestra libertad no se termina donde empieza la de las demás, sino que continúa y se expande.

Por todo esto nos definimos como:

ANARQUISTAS: Consideramos lo anarquista como el medio para obtener, disfrutar y defender el mayor bien que posee cualquier persona, que no es otro que la libertad. Entendemos como lo anarquista el terreno de posibilidades en el que superar la imposición de unas formas de existencia que lo único que han logrado es la limitación de todos nuestros potenciales, pero que no ha aplastado completamente la capacidad de rebelión. De ahí partimos para entender nuestra vida perfilada como camino y búsqueda de otras formas de vivir y de una fractura con este mundo.

ANTIAUTORITARIAS: Entendido como el enfrentamiento contra cualquier autoridad. No le reconocemos a ningún ser vivo o imaginario la potestad de dirigir nuestras vidas. Aspiramos a ser dueños de nuestro destino y romper con todo tipo de relaciones de poder y autoridad. Tanto en sus expresiones más evidentes (estado, capital…) como en las más subrepticias y cotidianas (entorno familiar, laboral, político…). Por tanto también somos anticapitalistas, por ser la imposición autoritaria predominante en la actualidad. Porque el capital es un sistema basado en la explotación de los seres vivos por el ser humano, con el único fin del máximo beneficio. Lo que conlleva el arrase de los entornos y recursos naturales, provoca atroces desigualdades y nos convierte en meras mercancías, reduciendo nuestra libertad a dos únicas acciones: producir y consumir.

Los métodos que practicamos y asumimos para la consecución de nuestros valores son la acción directa, vista como el libre ejercicio responsable de nuestra capacidad de decidir y actuar sin intermediarios. La respuesta a los conflictos y situaciones que surjan debe ser gestionada por nosotras mismas, para llevarla acabo de forma coherente vemos la necesidad de autoorganizarnos por medio de la toma de decisiones entre iguales, ya que practicamos y defendemos el antiautoritarismo y la libre asociación como anarquistas, tanto en asambleas como en reuniones, debates, encuentros, jornadas, grupos de afinidad, colectivos… de modo que establezcamos en cada una de estas instancias autoorganizativas relaciones horizontales, no jerárquicas, en las que las decisiones que sea necesario tomar se tomen por libre acuerdo unánime y sean sólo vinculantes para quienes las acepten. La manera de asegurar que esto se sostenga y propague es por medio de la autogestión, referida a la gestión por nosotras mismas y en primera persona de las situaciones, puesta en práctica de nuestras decisiones y otros aspectos (como materiales y económicos) en nuestras luchas colectivas y formas de vida. Concebimos la autogestión como un modo integral de llevar nuestros asuntos además de la obtención, distribución y utilización de los recursos por nosotros mismos. Todo esto nos permite desarrollar una actividad basada en el libre aprendizaje, en la búsqueda de un desarrollo completo del individuo a todos los niveles: manual, intelectual, físico, emocional… que no se reduzca a la acumulación de información, sino que propicie el descubrimiento no reglado ni rígido y la transmisión de los mecanismos de conocimiento para dotar al individuo de las herramientas necesarias para aprender por sí mismo, según sus potencialidades y necesidades. Y propaganda tanto por la palabra o la imagen (publicaciones, octavillas, escritos en general, carteles, pegatinas, pintadas, programas de radio, charlas, debates, vídeos, música…), como por los hechos; la mejor propaganda son siempre los actos, tratando de convertirnos, tanto en lo personal como en lo político, en ejemplo de lo que postulamos, logrando que nuestras formas de vivir y de luchar sean coherentes y se manifiesten en nuestro actuar cotidiano. Así mismo como herramienta explícitamente política y deducido de lo anterior, contemplamos la propaganda por el hecho acorde con nuestros valores, como la oposición hacia el sistema en que vivimos, y hacia toda aquella entidad, mentalidad, idea, actitud, persona, estructura o institución que pretenda someternos. Entendemos el sabotaje como valioso en sí mismo en nuestro camino de desestabilización, colapso y destrucción del sistema y al mismo tiempo como propaganda que incite a la lucha contra todas las estructuras de dominación y extensión de la agitación y la revuelta, la agitación de las conciencias, de la vida, de los conflictos contra el poder y sus representantes. Nuestras ideas y formas de actuar deben estar dirigidas a extender la revuelta. La agitación tiene que ser la puesta en práctica del anarquismo, con vistas a atacar el sistema en todos sus aspectos, tanto materiales como psicológicos, simbólicos o de valores.

Nuestros principios rechazan la violencia, no creemos en una sociedad violenta y el mundo ideal y de relaciones solidarias a las que aspiramos están exentas de ella. Sin embargo en la sociedad actual y dados los mecanismos de dominación que gobiernan nuestra vida consideramos indispensable la práctica de la autodefensa. Buscamos una sociedad en la que los conflictos se diriman sin imposiciones, aspiramos a vivir pacíficamente, pero porque valoramos nuestra libertad, cuando no nos es respetada, consideramos legítimo defenderla lo mejor que podamos.

Entendemos las estrategias como aquellos pasos que debemos dar para conseguir materializar nuestros valores, y entendemos los métodos como la manera en la que damos esos pasos y como las herramientas que utilizamos para ello, respetando siempre los valores que hemos acordado. Es por esto que las estrategias y los métodos deben estar en constante diálogo con esos valores para poder adecuarse a la realidad en la que vivimos. Vemos necesario hacer de nuestras vidas un conflicto permanente, y a su vez, participar en conflictos ya generados siempre y cuando las implicadas tengan voz propia y propongan y ejecuten ellos mismos sus propias soluciones; es ahí, en el conflicto, donde se forjará la anarquía, con la cooperación y autoorganización con otras explotadas y oprimidos.

Nuestras finalidades son:

EL FORTALECIMIENTO Y EXTENSIÓN DEL MOVIMIENTO ANARQUISTA:

A través de la difusión práctica y teórica de una ética anarquista que muestre en todos los ámbitos de la vida, ya sea mediante el ejemplo, la agitación, la propaganda, etc..

A través de la creación de lazos, redes y estructuras de solidaridad fuertes y duraderos.

A través de la herencia y transmisión de una historia de lucha y resistencia anarquista.

A través del aprendizaje individual y como movimiento a niveles teóricos, prácticos e intergeneracionales.

A través de la obtención y uso común de los recursos y medios necesarios para la lucha y para la vida.

A través del apoyo mutuo y la solidaridad a otros proyectos libertarios ya existentes..

LA DESESTABILIZACIÓN Y COLAPSO DEL SISTEMA:

Intentando destruir el sistema de dominación. Paralelo a esto es necesario el esfuerzo de tener y propagar una referencia previa (las ideas anarquistas). Mediante el ataque a sus puntales (sistema económico, tecnoindustrial, control social-policial, etc…) estimando en cada momento a partir de la realidad cual es la mejor forma de hacerlo.

LA REVUELTA Y SUBVERSIÓN DE LO ESTABLECIDO :

Haciendo visibles las contradicciones del sistema y luchando contra sus injusticias. Rompiendo con esta realidad desmovilizadora y alienante. Extendiendo y profundizando la conflictividad social, conseguir que tiemblen los fundamentos materiales e ideológicos de la dominación.

CONSTRUIR LA ANARQUÍA :

Desde nosotras mismas, aprendiendo a ser más libres y menos autoritarios, revolucionando nuestro interior y poder revolucionar nuestro entorno para ir creando día a día un mundo más libre.”