México: Contra toda esperanza

Carta abierta a la “Coordinadora de las Sombras”
y respuesta a su fraterna y sediciosa invitación [a]

“Aunque no me veas estoy,
con y sin rostro,
con y sin nombre…
Aunque me niegues estoy,
Sigo aquí.”

A todxs lxs anarquistas de praxis

A lxs incendiarixs y refractarixs afines

A lxs jóvenes antiautoritarixs

A lxs que enfrentan el Poder en todas sus manifestaciones

A los oídos receptivos y a las mentes indomables

¡Salud!

Comunicado conjunto:

Saludamos jubilosxs con un apretado abrazo cargado de complicidad y coincidencias esta nueva iniciativa que se manifiesta y articula en las “sombras” y crece sigilosa en la obscuridad de las “cloacas”. Nos regocija que se extienda la palabra y la acción anárquica insurreccional y se multipliquen las miles de Hidras con centenares de cabezas anónimas e invisibles que hoy se levantan para combatir al Poder en todos los frentes. Hoy la insurrección anárquica está en todas partes y en todos los confines del planeta germina y florece plantando cara a la Autoridad desde Chile a Canadá, de México a Indonesia. Hoy se ilumina la noche con el fuego anárquico en Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Bielorrusia, Bolivia, Chile, Estado español, Finlandia, Grecia, Gran Bretaña, Italia, Holanda, Polonia, Rusia y un sinfín de rincones del planeta. También se recupera la calle como escenario de confrontación antiautoritaria en las principales ciudades del mundo. Hoy la lucha callejera vuelve a dar batalla al Poder y desborda los límites cobardes del reformismo, derriba las vayas contenedoras del izquierdismo y rompe las cadenas del anodino pacifismo. Hoy nos congratula ver la rabia de lxs jóvenes antiautoritarixs retomar las calles armadxs de pasión, sin miedo que les paralice ni líderes que les amordacen y manipulen. Hoy rompen decididxs todas las ataduras morales e ideológicas y se lanzan contra el Poder (contra todas las formas de Poder) sin otro objetivo que la destrucción de lo existente, sin otro impulso que la liberación total, llevando a la práctica la poesía anárquica y demostrando con hechos la belleza de la destrucción creadora. ¡Enhorabuena! Bienvenidxs a la lucha sin tregua y sin cuartel.

Como subrayan en su cita (lxs “Jóvenes Sublevadxs” de Grecia, 2008), hace largo rato le dijimos “Adiós” al movimiento ficticio que mantiene alienadxs a lxs oprimidxs y les fomenta convenientemente la servidumbre voluntaria; hace largo rato le dijimos “Adiós” a la pasividad y al conformismo; hace largo rato anulamos todo vínculo con la socialdemocracia y el fascismo leninista; hace largo rato le dijimos “Adiós” a toda la pestilencia izquierdista (armada o electorera); hace largo rato le dijimos “Adiós” al “anarquismo” de sillón, de café y pulquería; hace largo rato le dijimos “Adiós” a la pose rebelde y al disfraz contestatario. Y los convidamos a todxs a vernos desde la comodidad del sofá y sus televisoras. No lxs necesitábamos a nuestro lado. Hemos aprendido de la lucha y sabemos que sólo podemos esperar la traición y el disparo en la nuca de parte de estas lacras. La traición de “compañeros” condujo a las autoridades tras la pista de Severino Di Giovanni, siendo fusilado; las balas rojas “aliadas” asesinaron a Buenaventura Durruti y a Camilo Berneri y también, en el pasado reciente, dieron muerte al compañero Brad Will en las barricadas de Oaxaca, contando con el silencio cómplice de “compañerxs” que en nombre de la pinche “unidad” optaron por endosarle un muerto más al asesino Ulises Ruíz.

Como nos recuerda un viejo y feroz lobo anárquico: “Lxs anarquistas molestan (…) por eso no pueden encontrar aliados en su lucha contra el Estado”. Conscientes de esta reflexión, habíamos abandonado las calles para entregarnos apasionadamente a las tareas de la noche, contando con la complicidad de la luna, el sonido de la pólvora y el calor compañero del fuego liberador. Sin embargo, la expansión de la insurrección anárquica, la propagación y el contagio del combate refractario, vuelve a abrirnos nuevos frentes en la confrontación antisistémica: la lucha callejera regresa para quedarse y se enlista nuevamente en nuestra agenda para prolongar el “invierno subversivo”.

Esa fue la única razón que nos llevó a darnos cita el 1 de diciembre en las calles; el único motivo que nos invitó a luchar sobre el asfalto el 1 de septiembre y que nos instigó a estar junto a ustedes, en medio de un mar de rebeldes antiautoritarixs (desconocidxs pero cómplices) el pasado 2 de octubre; no para “prender veladoras” y desfilar como corderos temerosos sino para hacer arder las barricadas e incinerar a los mierdas uniformados. Nunca hubo otra motivación (en ninguna de las tres citas) que no fuera darle vida a la anarquía y aprovechar esos momentos de descontento generalizado y cólera colectiva para extender el caos y prolongar la subversión. Con estas batallas callejeras reafirmamos nuestras tesis: Sólo se requiere un centenar de anarquistas para contagiar a cientos de miles de seres hartxs de la exclusión cotidiana y la violencia sistémica y dar rienda suelta a las pasiones contra todo Poder y autoridad. En absoluto nos importa la “imposición” presidencial de EPN ni su pinche informe de gobierno ni oponernos a sus reformas con contrarreformas ni marchar carnavalescamente entonando consignas vacías y anquilosadas que continúan implorando “castigo a los culpables de la masacre del 68 y disolución del cuerpo de granaderos” (hoy al servicio de la izquierda gobernante).

Para nosotrxs, lxs anarquistas de praxis, no tiene la menor importancia quien ocupe la silla presidencial. Nuestro repudio es el mismo hacia toda la clase política. Si hubiese quedado Vázquez Mota nuestra lucha hubiera continuado con el mismo ímpetu, sin retroceder un milímetro en nuestras posiciones, sólo que la derecha Yunquista nos estuviera acusando de ser mercenarixs pejelagartistas. Si hubiera alcanzado la anhelada silla el “deschavetado” Peje, tampoco abandonaríamos la lucha y reafirmaríamos nuestro irreductible antiautoritarismo con igual pasión y frenesí, sólo que la pestilencia izquierdista nos estuviera acusado de fascistas o de agentes de la CIA.

Lo que menos nos ataña es el rostro del Estado, lo que menos nos importa es la cara del Poder ni el color ideológico que lo cobije. Por eso, no estamos con la CNTE (pese al nuevo maquillaje de sus acuerdos “solidarios” en la asamblea estatal de la XXII) ni con las ratas de MORENA ni con los reformistas del Yosoy132 ni con lxs “estudiantes amaestradxs” (que cuando terminan sus carreras aspiran a continuar siendo correa de transmisión de la maquinaria del sistema) ni estamos con la farsa de la “Otra” ni nos asumimos como parte del denominado “movimiento social” ni nos sumamos a ningún proyecto distractor de la lucha refractaria contra el Poder. En su defecto, luchamos por recuperar nuestras vidas en la praxis cotidiana, luchamos por gozar la libertad aquí y ahora, luchamos contra toda autoridad y enfrentamos el Poder en todas sus facetas; es decir, luchamos para no tener que mandar ni obedecer ni que nadie lo haga en nuestro nombre.

Como señalan conscientemente: “No tenemos ilusiones. No tenemos ninguna esperanza. Por eso somos peligrosos”. Y no sólo somos peligrosos para el Poder constituido, también somos peligrosos para ese Poder instituyente que con armas o con votos cimenta su futuro sobre las ilusiones y la esperanza de la servidumbre voluntaria. Por eso ya comienzan a lanzar rumores, a tejer intrigas, a crear sospechas y a sembrar dudas las “plumas públicas” y “lxs imbéciles detrás de los micrófonos”. Ya se leen y se escuchan las descalificaciones y las afrentas (un plumífero al servicio de AMLO, asegura en Yahoo Noticias que “Para ser anarquistas son muy sospechosos, pues repiten un patrón de conducta desde el 1 de diciembre a la fecha, calentando el ambiente y a la policía (…) Para ser anarquistas parece que alguien los controla. Y eso es lo que más preocupa”). Ya han empezado a proliferar las caricaturas y los chistes (“Yo no soy anarcosindicalista ni anarcocomunista, soy anarcopeñista”, enfatiza una caricatura que circula por la Red.). Ya se impone la “sospecha” en los llamados medios de izquierda (La Jornada y Proceso) que acuñan una particular acotación cada vez que hacen referencia a nuestro accionar, tratándonos de “presuntos anarquistas”.

Maniobras nada nuevas, pues ya habíamos denunciado en nuestros comunicados estrategias similares en algunos medios “alternativos”. Sin embargo, pese a que nada de esto nos sorprende (más bien lo esperábamos desde siempre y lo ubicamos dentro de la lógica del Poder), sin duda nos obliga a redoblar nuestra seguridad y a mantenernos en vigila permanente. Eso no significa posicionarnos en el papel de “víctimas” ni instalarnos en la paralizante paranoia. Como exponen en su “mensaje primero”, siempre hemos estado conscientes de lo que hacemos y asumimos los riesgos y la responsabilidad absoluta. Era de esperarse que el enemigo nos tratara de este modo. Nosotros también seremos implacables.

Como nos recuerdan, habrá que extremar precauciones, tanto en las tareas de la noche como en la lucha callejera. La policía, los efectivos del ejército, lxs políticxs y lxs orejas, no son extraterrestres ni producto de la manipulación genética ni extraños embriones que se reproducen en una incubadora bajo estrictas condiciones de aislamiento evitando contaminaciones, son hijxs de vecino como tú y como nosotrxs, es decir, son parte de toda la mierda que nos rodea, son producto de la sociedad y se encuentran potencialmente en cualquier parte. Por eso es tan importante afilar las precauciones en medio de la servidumbre voluntaria. Conocemos a toda la mierda agazapada en las mafias sindicales “independientes”, “autónomas” y “alternativas”; a toda la carroña oportunista de las mafias clientelares de las “organizaciones sociales”. El peor de los tiranos es el esclavo que logra tomar el látigo en sus manos. Esa es la razón de las capuchas en la era de la vigilancia tecnológica y la sociedad del híper control. No hay nada más que “decodificar” en su uso y abuso.

Cubrirnos el rostro al momento del ataque desde luego que no implica posicionamiento ideológico alguno. Se han cubierto el rostro todxs lxs que han necesitado mantener oculta su identidad para evitar las consiguientes represalias, desde las sociedades secretas del medioevo hasta los agrupamientos político-ideológicos de más variado signo (partiendo del KKK hasta ETA, pasando por las Brigadas Rojas, la RAF y el EZLN) y eso, evidentemente, no nos acopla en absoluto con sus posicionamientos político-ideológicos.

Sin embargo, al taparnos el rostro para la acción, también reivindicamos al bandido ácrata y al ilegalista refractario a toda autoridad, porque la capucha es más que el paliacate roído que nos cubre, es mucho más que la desteñida pañoleta palestina que envuelve la pose fashion y, aún más, que el agujereado pasamontañas que encubre la farsa revolucionaria y la pirotecnia baladí. La capucha anárquica va más allá de la estética, se levanta como conciencia antiautoritaria que ha puesto fin al espectáculo y dado su merecido tiro de gracia a la lucha ficticia. La capucha es el rostro insomne y febril de Prometeo dispuesto a expropiar una y mil veces el fuego del Olimpo aunque el águila le devore las entrañas cada amanecer.

Ni un milímetro atrás: ¡9 milímetros en las cabezas del Poder!

¡Qué las capuchas hablen!

¡Vivan los grupos informales de acción anárquica!

¡Recuperemos la lucha callejera refractaria pero no olvidemos las tareas que iluman la noche!

¡Qué la lucha se extienda a todos los rincones!

¡Viva el fuego liberador y la pólvora vindicadora!

¡Contra el sistema de dominación!

¡Luchemos contra toda esperanza!

¡Qué nadie recupere nuestra lucha!

¡Por la coordinación internacional anarquista!

¡Por la demolición de las prisiones!

¡Por la Liberación Total!

¡Por la Anarquía!

A 5 de octubre 2013.

En solidaridad con todxs nuestrxs compañerxs presxs en México y el mundo, en apoyo a todxs nuestrxs hermanxs prófugos, desde las cloacas de alguna urbe, sus hermanxs en afinidad,

Células Autónomas de Revolución Inmediata-Praxedis G. Guerrero (CARI-PGG)

Conspiración de las Células del Fuego/Federación Anarquista Informal (CCF-FAI)-México

Célula Insurreccional Mariano Sánchez Añón/Federación Anarquista Informal (CI-MSA/FAI)

[a] “Invitamos a los compas a que sumen sus palabras. Los invitamos sobre todo a que sean ingeniosos y activos”. México: Las capuchas hablan…