Montreal, Canadá: Acción en solidaridad con los anarquistas presos por el G20

Dos pancartas en solidaridad con los anarquistas presos por el G20 fueron colgadas en distintos lugares en Montreal. Una de estas fue colgada desde un edificio en la calle Catherine, en el centro de la ciudad. En esta pancarta se podía leer: “Solidaridad con los presos de G20 / Destrozad los muros de las prisiones” mientras que en la otra, que fue colgada en el barrio de St. Henri, se leía: “Solidaridad con los presos de G20 / Propagamos la revuelta”. Muchos volantes fueron arrojados en ambos lados y más folletos fueron repartidos los próximos días en las paradas del metro y en las calles de la ciudad. Esperamos que esta acción contrainformativa anime nuestros compas que se encuentran encerrados.

El folleto que fue repartido, traducido y modificado por sabotagemedia:

Solidaridad y complicidad con lxs presxs del G-20!

Ha pasado ya casi un año y medio desde que la movilización contra el G-20 en Toronto que fue lugar del arresto masivo más grande en la historia canadiense. Una operación de seguridad de mil millones de dolares enjaulando más de 1100 personas en el transcurso de un fin de semana con el fin de defender a una reunión de burócratas de las más ricas economías capitalistas. Un grupo de personas, muchxs de ellxs con la táctica “black bloc” (encapuchadxs todxs de negro), sin embargo, rompió esta paz social militarizada, una paz que existe para mantenernos obedientes y pasivxs a fin que el capital pueda fluir sin problemas. La masa negra atacó la propiedad corporativa y la policía, liberando espacios del control de la autoridad y apuntando para su destrucción los lugares del capital. ¿Qué respuesta más humana podría haber frente a un distrito financiero – un espacio urbano desprovisto de vida, subordinado a las necesidades del tráfico y del comercio, bajo la mirada de las cámaras de vigilancia, ocupada por la policía e infestada de tiendas corporativas y bancos – otra que destruirlo?

El día antes de la marcha, veinte personas fueron allanadxs y detenidxs y acusadxs de conspiración criminal por la planificación de la interrupción de la cumbre. Esta vaga acusación se utiliza cada vez más contra los anarquistas y se utiliza esencialmente por “delito de pensamiento”. Después de más de un año de las condiciones de no-asociación, de prisión preventiva, arresto domiciliario y la prohibición de publicación, seis personas tomaron un acuerdo en noviembre de 2011, declarandose culpables para disminuir sus cargos y dejar caer los cargos en contra del resto de sus compañerxs. Alex Hundert y Mandy Hiscocks esperan penas de 13.5 y 16 meses. Peter Hopperton, Erik Lankin, Leah Henderson y Adam Lewis se encuentran actualmente cumpliendo penas de prisión de 3 a 10 meses. Otrxs se enfrentan a la pena de prisión por su presunta participación en los disturbios.

La inocencia y la culpabilidad no significan nada para lxs que entienden la ley como una estructura que no nos mantiene en seguridad pero que nos quiere dominadxs. En las palabras de lxs acusadxs de conspiración, “No hay victoria en los tribunales … El sistema jurídico existe para proteger la estructura social colonial y capitalista de Canadá.” Tomar en cuenta las cuestiones de culpabilidad o inocencia es ceder a la hipocresía de lxs jueces, fiscales, o policías. No importa que la mayoría de estas personas fueron detenidas antes de que la destrucción de propiedad se produjo y no importa que no encabezaron ninguna conspiración porque lxs anarquistas no tienen dirigentes. Lo que importa es cuando se mató a lxs trabajadorxs, cuando se desalojo a la gente, cuando los bancos nos robaron, cuando cayeron todas estas bombas, cuando el aire y el agua se envenenó, no importa si reglas fueron violadas o seguidas. Hablar de reglas y leyes es perpetuar una de las más grandes mentiras de nuestra sociedad.

La represión es la consecuencia inevitable de vivir bajo la dominación del capital y del Estado, ya sea en una democracia o una dictadura, ya que pocxs son completamente ciegxs a la dominación alrededor de ellxs y varixs están dispuestxs a luchar contra ella. Para combatir la agitación social, el Estado responde con represión. Los varios sistemas de opresión apuntan todos los días hacia distintas identidades por ser enemigxs potenciales al orden social, sean indígenas, altergeneros, o no blancxs, por nombrar solo algunxs. El encarcelamiento es una estructura perfeccionando su control sobre cualquier encerradx y se manifiesta fuera de sus paredes como una amenaza hacia aquellxs cuyos privilegios no lxs engañe hacia la identificación con el poder. La represión trata de impedir que se toma la decisión sensata de la rebelión contra los sistemas que destruyen nuestras vidas y el futuro.

El nuevo proyecto de ley “duro contra el crimen” es una intensificación del control social, como es la construcción y expansión de cárceles federales que plantea proyectos en 36 cárceles federales de aquí al 2014, junto con la construcción y expansión de cárceles provinciales en cada provincia. Correctional Services Canada [Servicios Correccionales de Canadá] será el mayor contratista de la construcción al nivel nacional en 2012. La policía de la ciudad de Montreal incluso tienen un nuevo escuadrón anti-pandilla; GAMMA, dedicada a la vigilancia y la represión de los anarquistas y otros “movimientos marginales”. [GAMMA de sus siglas en francés: Vigilancia de las Actividades de los Movimientos Marginales y Anarquistas]

La prisión es la intensificación concreta de la alienación, el aislamiento y la explotación que nos rodea en nuestra vida diaria. Con un deseo de libertad viene la realización sencilla que las prisiones, y el mundo que los necesita, debe ser atacados con intenciones insurrectas. La urgencia de la revuelta se hace aún más evidente cuando el Estado está apretando sus garras en nuestra garganta en estos tiempos de austeridad.

Como anarquistas, entendemos la solidaridad como acción. Cuando actuamos expandimos también nuestra propia libertad. Cuando el Estado toma anarquistas y otrxs rebeldes en cautividad en sus jaulas de la democracia, la solidaridad revolucionaria consiste en continuar la lucha por la que están encarceladxs. La solidaridad con lxs presxs en lucha no debe ser debido a la deuda o el sacrificio, sino porque nuestra propia liberación está íntimamente ligada con su liberación y la destrucción de las cárceles. Por impulsar activamente sus luchas hacia fuera de los muros de la prisión, nuestra solidaridad se asegura de que los intentos del Estado para intimidar y controlarnos sólo se enfrenten con la intensificación de la resistencia. Nuestras luchas contra el Estado y el capital deben crecer en una fuerza que sus jaulas no pueden contener.

Perdamos el miedo y multipliquemos la rebelión contra la autoridad.
Presxs a la calle!

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la noticia fue publicada el 22 de diciembre en sabotagemedia.anarkhia.org